Sobre Mí
Mi nombre es Pablo Añon, soy Profesor Nacional de Educación Física y un apasionado del entrenamiento deportivo, la preparación física y las ciencias aplicadas. Siempre me preguntan qué fue lo que me motivó a ser profe. La respuesta es muy simple, tuve grandes profesores en mi infancia que me motivaron a la práctica deportiva. En esos años, en mi colegio, se enseñaban destrezas (elementos de gimnasia deportiva), patín y hockey sobre patines, judo, handball como actividades extraprogramáticas a parte de las dos clases semanales de educación física. La facilidad para el aprendizaje y la motivación por parte de los docentes fijo en mi, desde muy temprana edad el deseo de ser “Profe”.
Cursé el profesorado en el INEF de Avellaneda, y como se estilaba en esa época, para poder ingresar y elegir turno, nos entrenamos previamente para realizar el ingreso. Ahí tuve mi primera aproximación al entrenamiento sistemático de la mano de un enorme profesor y amigo Nestor Duran, quien depositó en mí, el bichito de las ganas de aprender sobre “entrenamiento” y “preparación física”. Recuerdo innumerables cantidades de horas charlando sobre fisiología del ejercicio y planificación. Sin ninguna duda, fue el puntapié inicial sobre él área de especialización a la que me quería dedicar.
Mis primeros libros de fisiología (Selkurt), fisiología del ejercicio (Astrand & Rodall), de anatomía (Rush & Burke), de entrenamiento (Matveev), despertaron la curiosidad que hasta el día de hoy sigo teniendo de forma continua. Obviamente que previo al ingreso del profesorado, no entendía nada en absoluto, pero construyó los inicios del placer por el conocimiento sobre las ciencias del ejercicio.
Ya en el profesorado, tempranamente comencé a trabajar en el CAI, dictando clases de natación, en el curso de ingreso, trabajando en la colonia de vacaciones y dando clases de gimnasia modeladora. También comencé a trabajar en el colegio Alemán de Quilmes (Instituto Holmberg) dando clases de gimnasia artística, deporte que me apasiona y que por esas épocas cursaba el instructorado en el INDE y que gracias a “Quique Alcalá” un gran profesor del profesorado que me dio la posibilidad de trabajar en su gimnasio y tener mi escuelita de gimnasia y de ahí trabajar en el colegio. En esas actividades ponía en práctica todo lo que aprendía desde la teoría y comenzaba a establecer mis propios criterios en la práctica.
Cuando estaba en el tercer año de educación física cursé un posgrado en Medicina Deportiva y Ciencias Aplicadas al Deporte en Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de la Plata y el Instituto Educativo CESALP. Era un curso para médicos, pero nos dejaron participar del mismo. Por esos años tuve la posibilidad de preparar por primera vez a un equipo de primera división de Voleibol del CAI y desde ese momento, fue el deporte que más años de trabajo le dediqué casi ininterrumpidamente, pasando por todos los estamentos, hasta llegar a la selección nacional. En este deporte trabaje con equipos que pelearon la posibilidad de clasificar a los playoff de liga, como en equipos que pelearon por el campeonato (Subcampeón con UPCN y Ciudad de BS AS). Tuve la suerte de ganar algún torneo, y de participar de un campeonato mundial de clubes y tres sudamericanos de clubes. A nivel selección, tuve la oportunidad de preparar a los representativos nacionales para campeonatos del mundo, sudamericanos, copas panamericanas, Gran Prix, VNL, Juego panamericanos (medalla de bronce) y la reciente clasificación a los JJOO de Tokio.
En el ámbito académico, le debo el amor por la docencia en la preparación física, a quien me diera el primer empujón para dar clases, el MAESTRO Luiz Erdociaín. El me abrió las puertas a dar clases en la licenciatura cundo apenas tenía un cuando de años de experiencia (muchos más libros leídos que práctica), primero siendo ayudante de él, luego tomando una unidad de la cátedra del MAESTRO Raúl Sabala (quien fuera entrenador mío en triatlón en un tiempo) y luego dándome la libertad absoluta de cátedra años más tarde. Sin ninguna duda desde el 2000 hasta la fecha una vorágine de cursos de capacitación y formación académica permanente, junto con la infaltable trinchera construyeron los años de formación que apuntalan mi crecimiento profesional.